miércoles, 22 de marzo de 2017

Higiene industrial. Ergonomia. Medicina del trabajo. EPIs.

8.  HIGIENE INDUSTRIAL. ERGONOMÍA Y MEDICINA DEL TRABAJO
En el medio ambiente de trabajo están presentes una serie de agentes agresivos que pueden producir alteraciones en la salud de los trabajadores, si se está expuesto a ellos el tiempo suficiente.
Estos agentes agresivos reciben el nombre genérico de contaminantes. Los agentes contaminantes pueden ser de tres tipos dependiendo de su naturaleza:
o   Agentes químicos: materia
o   Agentes físicos: formas de energía
o   Agentes biológicos: seres vivos
Todos estos agentes son capaces de producir daños a la salud de los trabajadores. Estos daños pueden manifestarse en forma de accidentes de trabajo o de enfermedades profesionales. La técnica preventiva encargada del estudio y control de los agentes contaminantes es la Higiene Industrial.
La Higiene tiene por objeto, mediante el control de los agentes contaminantes, la prevención de los daños a la salud que estos puedan causar a los trabajadores.

8.1.  Contaminantes químicos
Los agentes químicos son sustancias, preparados o mezclas, que se utilizan en el medio laboral con diversas funciones.
Todos los agentes químicos son capaces de producir efectos negativos sobre la salud de los trabajadores, si los agentes químicos se encuentran en determinadas cantidades y si los trabajadores están expuestos a ellos el tiempo suficiente.
A los agentes contaminantes químicos se les denomina Tóxicos, porque son sustancias ajenas al organismo capaces de causar un efecto nocivo en el hombre. Para producir efectos negativos, es necesario que los agentes penetren en el interior del organismo.
El efecto tóxico de estas sustancias está condicionado por una serie de factores. Los factores más importantes son:
·         La vía de entrada del contaminante en el organismo
·         El tiempo que permanezca el trabajador expuesto al agente contaminante, o tiempo de exposición
·         La dosis, o cantidad de contaminante que logra penetrar en el organismo
·         La susceptibilidad individual, o las especiales características de cada persona, que la diferencian del resto.

La vía de entrada determina en gran medida el potencial efecto tóxico del agente químico. Un mismo contaminante puede producir distintos efectos, según la vía por la que penetre: Hay fundamentalmente cuatro vías de entrada al organismo:
-       La vía respiratoria
-       La vía dérmica o cutánea
-       La vía digestiva
-       La vía parenteral

La vía respiratoria.
La vía más importante en el ambiente laboral es la vía respiratoria o vía inhalatoria. Es la más común y la más grave porque: la mayor parte de las veces NO somos conscientes de la presencia del contaminante en el aire y NO podemos dejar de respirar eternamente para protegernos del contaminante.
Muchos tóxicos se dispersan por el aire del ambiente de trabajo, pudiendo ser respirados. Estos contaminantes presentes en el aire pueden presentar varias formas:
·         Pueden ser gases o vapores, que se mezclan con el oxígeno del aire.
·         Pueden ser partículas, que tengan un peso lo suficientemente bajo como para flotar en el aire y un tamaño lo suficientemente pequeño como para entrar en las vías respiratorias.
·         Pueden ser pequeñas gotas de líquido  que flotan en el aire.
En el caso de las partículas, el tamaño de las mismas determina el nivel máximo de alcance dentro de las vías respiratorias. Es decir, las partículas más grandes quedarán retenidas en las zonas superiores, en la nariz, mientras que las partículas más pequeñas serán capaces de llegar hasta las zonas más profundas de los pulmones. Estas son las más peligrosas.

La vía dérmica
Es la segunda vía de entrada más importante después de la respiratoria. La piel es una barrera que nos separa y nos protege del ambiente exterior. Sin embargo, algunas sustancias tóxicas tienen la capacidad de penetrar a través de la piel muy fácilmente, como por ejemplo algunos disolventes.


La vía digestiva
Es menos frecuente que las dos anteriores. Normalmente la entrada por esta vía, es decir, por ingestión, se produce por malos hábitos de higiene, como puede ser comer con las manos impregnadas con tóxico, fumar en el lugar de trabajo, masticar chicle durante la jornada laboral, comerse las uñas, etc. En estas prácticas se ingieren accidentalmente cantidades de tóxico, que pasan al sistema digestivo.

La vía parenteral
Es la vía de entrada de contaminantes menos frecuente, aunque en determinadas profesiones puede ser la más común (personal sanitario, personal de laboratorio, etc.).
La vía parenteral es la entrada del tóxico de manera directa, a través de una discontinuidad en el piel, como pueden ser heridas, punciones, cortes, úlceras, etc. Por estas zonas abiertas, el tóxico entra mucho más fácilmente al interior del organismo.

No todas las vías de entrada son iguales en cuanto a peligrosidad. La más peligrosa es la vía parenteral, seguida de la vía inhalatoria, ya que el tóxico absorbido pasa directamente a la sangre.
Los efectos producidos por los contaminantes químicos son muy variados, y pueden ir desde una simple irritación local hasta el cáncer. La principal medida para la prevención de los efectos tóxicos de los agentes químicos es la identificación de la exposición a los mismos.
Es necesario conocer cuáles son las sustancias químicas que están presentes en el medio ambiente de trabajo, o que utilizamos con frecuencia para realizar distintas operaciones. Para conocer las sustancias con las que trabajamos, es muy importante disponer del etiquetado de los productos químicos.
Todos los productos químicos deben estar provistos del etiquetado correspondiente y de las llamadas fichas de seguridad, que proporcionan toda la información y las instrucciones necesarias tanto para manipular el producto con las debidas medidas de seguridad, como para hacer frente a posibles medidas de emergencia si fuesen necesarias.
El fabricante del producto químico está obligado a suministrar el producto correctamente etiquetado y con su ficha de seguridad química correspondiente. A la hora de la adquisición de un producto químico, se debe exigir ambas cosas.
Una vez identificados los contaminantes, es importante saber la cantidad que hay en el ambiente de trabajo, es decir, la concentración. Para medir la concentración podemos utilizar aparatos de medida, que miden la concentración en el lugar de trabajo de manera directa, o podemos tomar una muestra y llevarla a analizar a un laboratorio.
Cuando sepamos la cantidad de contaminante existente en el ambiente de trabajo, tenemos que compararla con criterios de referencia para saber si esta cantidad se encuentra por encima o por debajo de los valores que se consideran tolerables.
A nivel internacional, los criterios de referencia más utilizados son los TLV’s de la American Conference of Governmental Industrial Hygienist o Asociación de Higienistas Americanos. No obstante, a nivel nacional, y cuando existan, se utilizan los valores límites ambientales, denominados VLA’s.
Si los valores ambientales que encontramos están por encima de los valores tolerables de referencia, tenemos que tomar medidas correctoras y de control.
 Las medidas de prevención deben aplicarse por orden de prioridad:
1º. Sobre el foco, es decir, sobre el lugar donde se genera el contaminante.
2º. Sobre el medio, generalmente el aire, por donde se transmite el tóxico.
3º. Sobre el trabajador, que recibe el contaminante.

8.2.  Contaminantes físicos
Lo constituyen los distintos estados o formas energéticas (calorífica, mecánica, electromagnética, etc.). Hay fundamentalmente cuatro tipos de agentes físicos:
·         El Ruido
·         Las vibraciones
·         Las radiaciones
·         La Temperatura ambiental

El ruido
El ruido es un sonido no deseado, que se percibe como algo desagradable y molesto. Es uno de los contaminantes más frecuente del lugar de trabajo. Puede estar generado por el funcionamiento de la maquinaria, por la aglomeración de personas, por el tráfico, etc.
La exposición reiterada al ruido produce alteraciones de la salud de los trabajadores. Estos efectos sobre la salud pueden ser de dos tipos:

o   Efectos auditivos
o   Efectos no auditivos

Los efectos auditivos se denominan así porque afectan al oído. La exposición prolongada al ruido puede producir un descenso de la capacidad auditiva, es decir, sordera. La sordera profesional es un proceso de pérdida progresiva de audición, y se caracteriza porque se produce por igual en los dos oídos. La sordera profesional es el resultado de la exposición a niveles de ruido durante mucho tiempo, por ejemplo, años de vida laboral.
Los efectos no auditivos pueden ser muy variados. Desde la alteración de la respiración, el aumento de la tensión arterial, aumento de la posibilidad de padecer úlceras de estómago, hasta alteraciones nerviosas, como alteraciones del sueño, irritación, cansancio, inquietud, etc.
La prevención del ruido puede hacerse a tres niveles:
·         A nivel del foco, es decir, donde se origina el ruido
·         A nivel del medio, a través del cual se transmite
·         A nivel del receptor, que es el trabajador que percibe el ruido

Las medidas más eficaces son las que se toman en el foco. Por ejemplo, se puede encerrar la fuente o aislarla, para que no se difunda. La prevención más eficaz consiste en elegir, a la hora de la compra, la máquina que emita menor cantidad de ruido.
La siguiente medida en eficacia es la actuación sobre el medio. Para actuar sobre el medio de propagación podemos recurrir a la instalación de pantallas obstaculizantes, o recubrir las paredes de materiales capaces de absorber el ruido, como espuma, etc.
El último recurso es la actuación sobre el receptor, que sólo debe utilizarse en el caso de que las otras medidas preventivas no sean posibles o no sean suficientes. Las medidas sobre el receptor consisten en poner a disposición de los trabajadores equipos de protección auditiva, como cascos, orejeras o tapones.
La exposición al ruido está legislada y regulada por el RD 1316/89, sobre protección de los trabajadores frente a los riesgos derivados de la exposición al ruido durante el trabajo.

Las vibraciones
Al igual que el ruido también son formas de energía que se transfieren de un cuerpo a otro. Son generadas normalmente por el funcionamiento de máquinas y equipos de trabajo, o de vehículos.
Pueden transmitirse al cuerpo humano fundamentalmente de 2 formas:
1º. A través de las manos: en este caso las vibraciones proceden de herramientas o de equipos de trabajo, como por ejemplo un martillo neumático. Estas son las denominadas vibraciones mano-brazo.
2º. A través del cuerpo: estas son las procedentes de vehículos. Se denominan vibraciones de cuerpo completo, y pueden entrara a través de los pies.
Los efectos de las vibraciones pueden ir desde mareos o vómitos, producidos por vehículos en movimiento, hasta alteraciones en la columna, dolores en la zona dorsolumbar,  alteraciones de la sensibilidad de los dedos y manos, aumento de las alteraciones digestivas, etc.
Para evaluar la necesidad de tomar las medidas de prevención ante la exposición a las vibraciones, podemos seguir el mismo esquema de actuación, es decir, al igual que en el ruido las medidas preventivas pueden tomarse a tres niveles:
- A nivel del foco, es decir, dónde se origina la vibración, por ejemplo en la maquinaria.
- A nivel del medio a través del cual se transmite, es decir la zona de contacto entre el trabajador y el aparato, máquina o vehículo emisor de vibraciones.
- A nivel del receptor, que es el trabajador que recibe las vibraciones.

Las radiaciones
Son otra de las formas de energía que pueden estar presentes como agentes contaminantes en el lugar de trabajo. Las radiaciones se transmiten en forma de ondas (denominadas ondas electromagnéticas). Las radiaciones son comunes en el lugar de trabajo, especialmente en determinados puestos de actividad. Se clasifican en dos tipos:
1º. Ionizantes
2º. No ionizantes
Las radiaciones ionizantes presentan una elevada energía y son capaces de interaccionar con el organismo humano y alterar las células, originando partículas cargadas eléctricamente, es decir iones.
Las fuentes de estas radiaciones pueden ser naturales, como algunos elementos presentes en la naturaleza que irradian energía por sí mismos, o pueden ser fuentes artificiales, generadas por el hombre.
La interacción entre las radiaciones ionizantes y el organismo produce diversas consecuencias. Alteran de tal manera las células y sus elementos constitutivos que los efectos pueden ser extremadamente graves. Una de las consecuencias puede ser el desarrollo de tumores y cáncer.
Hay varios tipos de radiaciones ionizantes: los rayos X, los rayos γ, etc.
Las radiaciones no ionizantes son más frecuentes que las ionizantes en el lugar de trabajo. Este tipo de radiaciones contiene menos energía que las ionizantes, lo que las hace menos peligrosas, ya que los efectos que producen sobre el organismo son menos graves, aunque no por ello debamos despreciarlos.
La exposición a radiaciones no ionizantes puede producir alteraciones en la piel, quemaduras, y efectos más graves sobre los ojos. Según la energía que contienen, hay varios tipos de radiaciones no ionizantes:
1. Radiaciones ultravioleta. Son las que tienen un mayor contenido energético, y por tanto son las que pueden producir efectos más severos. Afectan fundamentalmente a la piel, originando irritación.
2. Radiación visible. Es la que somos capaces de percibir visualmente. Es poco peligrosa y no suele producir efectos orgánicos importantes, pero puede producir otro tipo de efectos derivados de la iluminación en el lugar de trabajo.
La iluminación es el grado de luz presente en el medio, que permite visualizar el entorno y los objetos presentes en él. Todas las actividades laborales precisan de iluminación para llevarse a cabo.
La iluminación del puesto de trabajo debe ser la adecuada. Tanto el exceso como el defecto de luz son perjudiciales para la salud. El exceso ocasiona molestias, irritación ocular, dolores de cabeza y deslumbramientos que son por sí mismos causa de accidentes. El defecto produce fatiga visual.
El nivel correcto de iluminación debe permitir distinguir perfectamente los objetos, es decir que el contraste sea el adecuado, y que no se produzcan deslumbramientos, es decir, reflejos de luz que incidan directamente sobre nuestros ojos. Los niveles de iluminación para cada lugar y puesto está regulado por RD.
3. Radiación infrarroja. Igual que la visible no suele producir efectos importantes, aunque si la exposición es excesiva puede llegar a originar quemaduras en la piel, irritación ocular y en casos extremos cataratas.
4. Microondas y radiofrecuencias. Son radiaciones de baja energía muy utilizadas en el ámbito laboral y en la vida cotidiana. Pueden producir dos tipos de efectos: efectos térmicos, aumentando la temperatura corporal y efectos no térmicos.
5. Láser. Es una radiación artificial que tiene muchas utilidades y aplicaciones en el campo laboral: El riesgo mayor de la exposición al láser está en los ojos y en la piel. La potencia del láser puede llegar a destruir tejidos.

La temperatura ambiental
La temperatura a que se encuentre el medio ambiente de trabajo tiene una influencia directa sobre el organismo, pudiendo producir situaciones agresivas y pérdidas de salud.
El organismo se encuentra a una temperatura constante de 37º C, que debe mantener para preservar las funciones vitales. Sin embargo, las temperaturas externas pueden ser muy variadas. Para mantener constante la temperatura, el cuerpo posee una serie de mecanismos, denominados de termorregulación. Estos mecanismos hacen perder calor corporal cuando la temperatura externa es muy elevada. El ejercicio físico, metabolismo, etc. son procesos que generan calor en el interior del organismo.
La exposición prolongada al calor, frecuente en trabajos a la intemperie o en lugares de trabajo donde por las características de la producción se genera calor, o en ambientes mal ventilados, puede producir deshidratación por sudoración excesiva, fatiga, y en casos extremos de exposición elevada. Estrés térmico o choque de calor, que puede llegar a producir pérdida de conciencia y muerte.
La exposición prolongada al frío, frecuente en trabajos al aire libre, lugares donde se genera frío artificial o zonas de refrigeración, puede originar desde congelación a confusión mental y dificultad para la concentración, hipotermia o pérdida de calor corporal, capaz de producir aletargamiento e incluso la muerte.
La mayor parte de las veces, las situaciones de exposición a latas o bajas temperaturas no son situaciones extremas, por lo que a priori, no revisten especiales riesgos  para los trabajadores. Sin embargo sí pueden generar malestar e incomodidad, produciendo lo que se denomina disconfort térmico, es decir, la percepción de una situación térmica molesta.
Si las exposiciones se prolongan lo suficiente, se pierde destreza manual y se dificulta la realización de una tarea, lo que puede ser causa de accidente de trabajo. Un factor determinante es el tipo de vestimenta que lleve el trabajador, otro factor importante es el consumo metabólico del organismo



8.3.  Agentes biológicos
Los contaminantes biológicos son organismos, seres vivos, o parte de ellos capaces de introducirse en el interior del cuerpo humano originando una serie de efectos negativos para la salud, como infecciones, alergias, toxicidad, etc. Pueden pertenecer a cinco grandes grupos:
1. Virus. Son formas elementales de vida que necesitan estar dentro de otro ser vivo para reproducirse y sobrevivir. Algunos de los virus que pueden estar en el lugar de trabajo son los que producen la hepatitis, la rabia, la gripe, etc.
2. Bacterias. Tienen mayor complejidad que los virus y un mayor tamaño. Algunas bacterias que pueden producir alteraciones por su presencia en el lugar de trabajo son las causantes del tétanos o de la tuberculosis.
3. Protozoos. Son organismos animales unicelulares y microscópicos, que pueden parasitar al hombre, causándole enfermedades como la toxoplasmosis.
 4. Hongos. Son organismos vegetales microscópicos que pueden parasitar al hombre,  originando enfermedades como la candidiasis, que afecta a piel y mucosas.
5. Gusanos. Son animales de tamaño variable y que pueden penetrar en el organismo con el fin de parasitario, procedentes de otros animales o del medio. Pueden alojarse en los órganos internos, como intestino, pulmones, etc., produciendo alteraciones de la salud.
Los contaminantes biológicos pueden encontrarse en el medio ambiente de trabajo por dos razones:
·         Que se trabaje con ellos a propósito, por ejemplo en los laboratorios microbiológicos, o porque formen parte del proceso productivo, como en la fermentación de alimentos como el yogur, etc.
·         Que se encuentren de manera accidental en el lugar de trabajo, presentes en el medio, o en animales, y que pueden ser foco de infección y vía de transmisión.

Los agentes biológicos se clasifican en cuatro grupos (1 al 4) según su potencial dañino para el hombre. De acuerdo al grupo al que pertenezcan los agentes serán las medidas de prevención y de protección que deben tomarse.
Las medidas de control del riesgo biológico pueden ser medidas generales o medidas específicas, dependiendo de las características y la naturaleza del agente biológico. La medida más importante y la más efectiva es la de contención del agente, para evitar que se propague. La vacunación de los trabajadores expuestos es otra medida de prevención, pero que sólo es válida cuando el agente tiene una vacuna posible y eficaz.
Otra medida muy importante es la formación e información de los trabajadores. Estos deben estar adiestrados en las técnicas de trabajo, e informados de la naturaleza del agente o agentes que manipulan y de los posibles riesgos que esta manipulación implica para su salud.
La higiene y la limpieza del lugar de trabajo son imprescindibles para el control de los agentes biológicos. La vigilancia de la salud, tal y como contempla a LPRL, es especialmente importante en los trabajadores que están expuestos a riesgos biológicos.


8.4.  La medicina del trabajo
La medicina del trabajo se especializa en la interacción de la salud con el trabajo. El trabajo influye en la salud, pero puede hacerlo tanto en sentido positivo como negativo. Lo óptimo consiste en favorecer el primer aspecto y rebajar o anular el segundo.
Las técnicas preventivas que utiliza la medicina del trabajo son fundamentalmente las siguientes:
a) Epidemiología. Investiga, sobre una población o grupo de personas, la distribución y frecuencia de signos y, en general, las alteraciones o anomalías de salud, con objeto de conocer sus posibles causas y los distintos factores que intervienen en su evolución, para que finalmente puedan prevenirse los riesgos correspondientes.
b) Vigilancia de la salud, con el objeto de:
·         Conocer el estado de salud individual y colectivo en relación con los riesgos a los que estén expuestos.
·         Indagar la existencia de una posible especial susceptibilidad o sensibilidad individual.
·         Verificar si existe algún factor o condición individual y su alcance, tanto temporal como permanente, que pudiera representar un riesgo o agravamiento de los existentes para esa persona o entorno.
·         Detección precoz de alteraciones de la salud.
·         Actuar en consecuencia y participar interdisciplinariamente en la actividad preventiva.
c) Educación sanitaria, medio muy valioso para la promoción de la salud que tiene como finalidad alcanzar cambios positivos individuales y colectivos, modificando hábitos y conductas negativas y fomentando la participación en programas preventivos y, en general, de promoción de la salud.
d) El reforzamiento individual, con objeto de hacerle más resistente a posibles alteraciones de la salud mediante vacunaciones y realización de ejercicios físicos por ejemplo y actuaciones en caso de situaciones de emergencia.

8.5.  La ergonomía y psicosociología
La ergonomía es la técnica preventiva que mediante el diseño de los puestos de trabajo, de los equipos, de los procesos, etc., adapta el trabajo y sus demandas a las características y capacidades de los trabajadores, para evitar posibles pérdidas de salud que el trabajo pueda ocasionar.
Si bien las otras disciplinas preventivas (medicina del trabajo, higiene industrial y seguridad en el trabajo) se dirigen principalmente a los aspectos negativos de las condiciones de trabajo, la ergonomía no sólo persigue la mejora de las mismas a fin de eliminar o rebajar sus efectos negativos  sobre los tres campos de la salud (físico, psíquico y social), sino que tiende a un concepto más amplio de la salud y de las condiciones de trabajo pretendiendo mejorar cualquier aspecto relacionado con el equilibrio de la persona y su entorno. Los principales objetivos de la ergonomía son:
·         Optimizar la interrelación entre las técnicas utilizadas y personas
·         Controlar el entorno o medio ambiente de trabajo
·         Seleccionar las técnicas más adecuadas a las personas disponibles
·         Favorecer el interés de los trabajadores por la tarea y el proceso productivo, así como por el medio ambiente de trabajo
·         Evaluar los riesgos de fatiga física y mental
·         Definir los objetivos de formación con relación a las características de los puestos de trabajo y las personas

Existen diversas orientaciones o enfoques de la ergonomía:
a) La ergonomía del puesto de trabajo, con objeto de adaptar las dimensiones, esfuerzos y movimientos, fundamentalmente a las características individuales de la persona que los desempeña.
b) La ergonomía de los sistemas, que amplía el enfoque anterior al considerar además tanto los aspectos físicos del entorno del puesto de trabajo (ruido, iluminación, temperatura, etc.) como los organizativos (ritmos de trabajo, pausas, nocturnidad, horarios, etc.).
c) La ergonomía del desarrollo integral de la persona, es un paso más y consiste en considerar la ergonomía de un modo totalizador, teniendo en cuenta a los trabajadores como sujetos pasivos y activos, fomentando su participación en la mejora de las condiciones de trabajo, con mayor interés, creatividad y por lo tanto, mayor satisfacción personal (y con ello mayor productividad y mejor calidad en los resultados del proceso productivo).

La Psicosociología
Trata por un lado el estrés en cualquiera de sus variantes o manifestaciones y la insatisfacción, y por otro, las cuestiones relativas a la organización de la empresa, los factores de la tarea, la dirección y la conducta individual.

9.  EQUIPOS DE PROTECCIÓN INDIVIDUAL (EPIS)
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales establece claramente que los equipos de protección individual (EPI’s) es la última opción de la actividad preventiva y sólo deben ser utilizados cuando los riesgos no se puedan eliminar o reducir suficientemente por medio de la protección colectiva o con una buena organización de métodos y procedimientos de trabajo
La protección individual exclusivamente protege al individuo que la porta, actúa como la última entre el trabajador y los riesgos a los que está sometido.
La utilización y la selección de los diferentes equipos de protección son regulados por el RD 773/1997, por el que se establece el proceso para determinar cuándo se hace imprescindible el uso de estos equipos por la insuficiencia de otras medidas preventivas, también se contempla un procedimiento para escoger, entre los diferentes equipos de protección, aquel que más se ajuste a nuestras necesidades, así como la posibilidad de simultanearlo con el uso de otros equipos.
                                        
9.1.  Equipos de Protección Individual
Según el RD 1407/1992 se definen los Equipos de Protección Individual para ser empleados en los lugares de trabajo como cualquier dispositivo o medio que vaya a llevar o del que vaya a dispones una persona, con el objeto de que le proteja contra uno o varios riesgos que puedan amenazar su salud y su seguridad en el trabajo, así como cualquier complemento o accesorio destinado a tal fin.
Además, la aplicación del RD 1407/1992 impone que para poder ser comercializados, los fabricantes de EPI’s han de cumplir una serie de requisitos que le identifican frente al usuario:
·         Suministrar un folleto informativo conjuntamente con el equipo
·         Estampar enmarcado CE en el equipo
·         Tener a disposición de la autoridad laboral una declaración de conformidad con las exigencias esenciales establecidas en el RD

9.1.1.  Obligaciones de empresario y trabajador
Obligaciones del empresario:
1. Determinar los puestos que necesiten protección individual.
2. Determinar las partes del cuerpo a proteger.
3. Elegir los equipos más adecuados.
4. Informar del riesgo que protege, y advertir cuándo se debe utilizar.
5. Instruir sobre su uso y mantenimiento, entrenando si fuera preciso.
6. Suministrarlo gratuitamente al trabajador
7. Controlar que su uso y mantenimiento son los correctos.
Obligaciones del trabajador:
1. Utilizar y cuidar los equipos de protección.
2. Informar inmediatamente de cualquier desperfecto, anomalía o daño apreciado en el equipo que, a su juicio, pueda conllevar pérdida de eficacia con el consiguiente riesgo para su seguridad o salud.

9.1.2.  Utilización y mantenimiento de los EPI
La correcta utilización, el almacenamiento y la conservación de los equipos es un punto muy importante para asegurar su eficacia. Los EPI’s deberán mantenerse en adecuadas condiciones de seguridad e higiene durante toda la vida previsible de utilización de los mismos.
Los datos para su limpieza, desinfección y mantenimiento, así como reposición, son facilitados por el fabricante del equipo, quien los debe incluir en el folleto informativo que entrega al comprador junto con el EPI, así mismo este folleto deberá estar a disposición de los trabajadores que vayan a utilizarlo. Para su correcto uso y un adecuado mantenimiento hay que tener especialmente en cuenta los siguientes puntos del folleto informativo:
·         Instrucciones de almacenamiento, uso, limpieza, mantenimiento, revisión y desinfección, indicando los productos recomendados en cada caso.
·         Clases de protección frente a diferentes niveles de riesgo; límites de uso.
·         Fecha de caducidad del EPI o componentes.
·         Accesorios y repuestos.
·         Tipo de embalaje adecuado para su transporte

Hay que hacer una previsión de stocks para permitir en caso de necesidad una sustitución inmediata (rotura, avería, etc.).
En principio, los EPI’s son de uso personal, pero si las circunstancias exigiesen la utilización de un mismo equipo por varias personas, se deberá garantizar que el grado de adaptación a cada una de ellas sea tal que permita protegerlas a todas, al menos, por encima del nivel de protección aceptable predeterminado en la evaluación del riesgo.
En este caso, también deberán tomarse las medidas necesarias a fin de evitar que ello suponga un problema higiénico o sanitario para los diferentes usuarios.

9.1.3.  Condiciones que deben reunir
La elección eficaz de un EPI frente a los riesgos que ha de proteger y la formación de los trabajadores para su utilización y mantenimiento son determinantes para conseguir minimizar las consecuencias de los accidentes.
Existen exigencias aplicables a todos los equipos, exigencias complementarias a varios equipos y exigencias específicas ante los riesgos que hay que prevenir,

A. Exigencias aplicables a todos los equipos
a) Los equipos deberán estar concebidos y fabricados de tal forma que, en las condiciones normales de uso previsible a que están destinados, el usuario pueda realizar con normalidad una actividad que le exponga a riesgos y, al mismo tiempo, contar con una protección adecuada de máxima seguridad.
Algún tipo de molestia supone el empleo de cualquier EPI por bueno que sea, pero hay que asegurarse de que estas molestias sean las mínimas, y se justifiquen por el beneficio que supone la protección que otorgan si no queda otra opción razonablemente.
b) Los equipos han de estar compuestos de materiales con efectos no nocivos para la salud o la higiene del usuario.
c) Cualquier parte de estos equipos que esté o pueda estar en contacto con el usuario durante el tiempo de su utilización deberá estar libre de asperezas, aristas vivas, puntas salientes, o cualquier otra característica que pueda causar una excesiva irritación o lesiones.
d) Los equipos han de estar concebidos de tal manera, que el usuario pueda utilizarlos lo más fácilmente posible en la postura adecuada y mantenerse así durante el tiempo de utilización. Estos equipos se adaptarán al máximo a las características morfológicas del usuario.
e) Los equipos serán lo más ligeros posible; y ello no deberá perjudicar a su solidez de fabricación ni obstaculizar su eficacia.
f) El fabricante está obligado a entregar junto con los equipos comercializados, un folleto informativo en el que, aparte de su nombre y dirección, se detallen los datos estudiados con anterioridad.
g) Para que los EPI’s puedan ser comercializados se les exige la marca de conformidad, constituida por el símbolo СЄ.

B. Exigencias complementarias a varios equipos
a) Cuando dichos equipos dispongan de sistema de ajuste, estarán concebidos de tal forma que, una vez ajustados no puedan desajustarse independientemente de la voluntad del operario, en condiciones normales de uso.
b) Los EPI’s que cubran las partes del cuerpo a proteger estarán, siempre que sea posible, suficientemente ventilados, para evitar la transpiración producida por su utilización.
c) Los EPI’s del rostro, ojos o vías respiratorias limitarán al mínimo el campo visual y la visión del operario.
d) En estos equipos deberá marcarse de forma indeleble y sin riesgo de ser mal interpretada la fecha de fabricación y/o si fuera posible la fecha de caducidad en cada prenda, sus componentes sustituibles y su embalaje.

C. Exigencias específicas ante los riesgos que hay que prevenir
a) Equipos de protección contra golpes mecánicos:
Deberán poder amortiguar los efectos de un golpe evitando cualquier lesión producida por aplastamiento o penetración de la parte protegida.
b) Equipos de protección contra caída de personas:
Para evitar las caídas por resbalamiento, las suelas del calzado estarán diseñadas, fabricadas o dotadas de dispositivos adicionales que garanticen una buena adherencia por contacto o por rozamiento.
Para evitar las caídas de altura, el EPI tendrá las siguientes condiciones:
- Deberán llevar un dispositivo de agarre y sostén del cuerpo y un sistema de conexión que pueda unirse a un punto de anclaje seguro.
- Deberán estar diseñados para que la fuerza de frenado no pueda provocar lesiones corporales ni la rotura o apertura de algún componente de los equipos que pudiese provocar la caída del usuario.
- Una vez que se ha producido el frenado deberán garantizar una postura correcta del usuario que le permita, llegado el caso, esperar auxilio.
- El fabricante deberá precisar en particular, en su folleto informativo, los datos referentes a:
Ø  Las características requeridas para el punto de anclaje seguro
Ø  La forma adecuada de llevar el dispositivo de agarre y sostén al cuerpo
Ø  La longitud residual mínima necesaria del elemento de amarre por debajo de la cintura del usuario
c) Protección contra agresiones físicas (rozamientos, pinchazos, cortes, etc.):
Los EPI’s estarán diseñados y dispuestos de tal forma que ofrezcan una resistencia a la abrasión, a la perforación y al corte, adecuada a las condiciones normales de uso.
d) Protección contra los efectos nocivos del ruido:
Deberán atenuar el ruido para que los niveles sonoros equivalentes percibidos por el usuario no superen nunca los valores límite de exposición diaria prescritos en el RD 1316/1989.
e) Protección contra el calor y el fuego:
Tendrán una capacidad de aislamiento térmico y resistencia mecánica, y un grado de inflamabilidad, adecuados a las condiciones normales de uso. No deberán fundirse por la acción de una llama ni contribuir a propagarla.
f) Protección contra el frío:
Tendrán una capacidad de aislamiento térmico y resistencia mecánica adaptadas a las condiciones normales de uso.
g) Protección contra descargas eléctricas:
Deberán tener un grado de aislamiento adecuado a los valores de las tensiones a las que el usuario pueda exponerse en las condiciones más desfavorables.
·         Los EPI llevarán una marca que indique especialmente el tipo de protección y/o la tensión de utilización.
·         En su folleto informativo el fabricante indicará el uso de estos equipos y la naturaleza y periodicidad de los ensayos dieléctricos a los que habrán de someterse durante el tiempo que duren.

h) Protección contra las radiaciones:
Los EPI’s que protejan la vista deberán absorber o reflejar la mayor parte de la energía radiada que pueda ser nociva para el usuario, al mismo tiempo que no altere en condiciones normales de uso:
o   La transmisión de la parte no nociva del espectro visible
o   La percepción de los contrastes
o   La distinción de los colores
Cada ocular filtrante llevará señalizado el grado de protección.
Los EPI’s destinados a proteger todo o parte del cuerpo contra el polva, gas, líquidos radioactivos o sus mezclas se diseñarán y elegirán de tal manera que impidan eficazmente la penetración de contaminantes en condiciones normales de uso.
i) Protección respiratoria:
Deberán permitir que el usuario disponga de aire respirable cuando está expuesto a una atmósfera contaminada y/o cuya concentración de oxígeno sea insuficiente.
El aire respirable que proporciones este tipo de EPI al usuario se obtendrá por los medios adecuados, como por ejemplo: filtrando el aire contaminado a través del dispositivo o medio protector-filtro, o canalizando el aporte procedente de una fuente no contaminada.

9.1.4.  Clasificación y Tipos de prenda
Cuando hablamos de categorías dentro de los distintos tipos de EPI’s, pretendemos definir el distinto nivel de protección frente al riesgo para el que dicho EPI ha sido diseñado. Esta clasificación en tres categorías (correspondiendo la 1 al nivel de protección más bajo y la 3 al más alto) es muy importante en la fase de elección del EPI, dado que dependiendo del nivel de riesgo contra el que se va a proteger, se elegirá un EPI de una u otra categoría. El responsable de la clasificación del EPI en alguna de las categorías será el fabricante.
En la industria existe una gran variedad de prendas de protección personal, pero las más importantes son:
1. Guantes de seguridad
Protegen las manos en la manipulación de materiales y en el uso de herramientas manuales. Protegen de cortes, golpes, roces, pinchazos, etc. Pueden estar fabricados con tejido, cuero, kevlar, cota de malla, etc. Existen guantes altos que protegen además las muñecas de los mismos riesgos. También hay especiales como los que protegen de productos químicos agresivos, aislantes para trabajos en tensión, etc.
2. Casco de seguridad
Principalmente protege la cabeza de golpes y choques en el cráneo, de la caída y proyección violenta de objetos y de contactos eléctricos. Suelen ser de material plástico y con correas en el interior y ajustables al cráneo.
3. Calzado de seguridad
Protege los pies de posibles lesiones, y puede ser:
- Con puntera reforzada, que protege de caídas de objetos y golpes
- Con plantilla reforzada, que protege de pinchazos y cortes en la planta del pie.
- Con tobillera, que protege el tobillo de golpes y torceduras.
- Aislante, para trabajos con electricidad.
- Calzado de caucho, neopreno o madera, cuando se trabaje con líquidos corrosivos.
4. Botas impermeables
Protegen los pies y piernas frente al agua y la humedad. Pueden ser de uso normal, sin ningún tipo de protección mecánica, o de clase especial, con puntera reforzada, plantilla reforzada y tobillera para proteger de golpes, caídas, pinchazos y otros.
5. Gafas de seguridad
Principalmente protegen los ojos y la vista de partículas, choques contra objetos, polvos y salpicaduras. La montura debe cubrir las partes superior, inferior y lateral del ojo. Los oculares pueden ser neutros o graduados según el defecto visual del usuario. Para aquellos trabajadores que necesiten corrección de la vista, les serán proporcionadas gafas protectoras con la adecuada graduación, u otras que puedan ser complementarias a las que el trabajador utilice normalmente. Las dos soluciones son posibles, no obstante lo más adecuado sería dotar al trabajador de unas gafas de protección graduadas conforme a sus necesidades.
6. Pantallas protectoras
Protegen los ojos y el rostro contra impactos y salpicaduras. Para el manejo de líquidos ácidos, cáusticos e irritantes se deben emplear pantallas con visera de acetato transparente. Dentro de los tipos de pantalla cabe destacar:
o   Pantallas faciales con visores de plástico. Van equipadas con un plástico transparente que protege contra partículas o salpicaduras de sustancias químicas. La pantalla deberá ser resistente al fuego y su visor se reemplazará cuando sea deforme o se raye. Deben ser ajustables al tamaño y contorno de la cabeza del usuario.
o   Pantallas para soldadores. Existen de dos tipos: las pantallas de mano, que sólo se utilizan en operaciones de soldadura y en puestos donde se alterna la operación de soldar con otras en las que no es necesaria la protección, y las pantallas de cabeza, que se adaptan mediante un atalaje a la cabeza del usuario, siendo generalmente abatibles, pudiendo cubrir la cabeza o no a voluntad del operario.
7. Cinturones de seguridad
Evitan la caída del operario en trabajos en altura, protegiéndole de graves lesiones e incluso la muerte. Pueden ser de varios tipos: de sujeción (impide la caída libre pero anula la libertad de movimiento), de suspensión (permite libertad de movimiento pero necesita de un sistema de anclaje móvil) y de caída (para amarrar a estructuras, no evita la caída libre y se debe usar con arnés).
El cinturón de seguridad tiene que ser:
- Atribuido personalmente a un usuario
- Almacenado lejos de fuentes de calor importantes.
- Utilizado únicamente por personas que hayan recibido formación.
- Destruido después de haber sufrido una caída.
- No ser expuesto a productos que puedan deteriorar la cinta o hebillas.
- Protegido contra aristas cortantes y los roces.
- Limpiado con los disolventes y cetonas recomendadas.
-Secado naturalmente sin contacto con llamas.
- Utilizado con un punto de anclaje de preferencia más arriba de la posición del usuario.
8. Protectores auditivos
Protegen los oídos en trabajos con elevado nivel de ruido, evitando la generación de sordera profesional. Pueden ser: tapones, ajustables a los oídos, y orejeras, ajustables a las orejas.
Los protectores auditivos deben ser aptos al nivel y tipo de ruido existente, por lo que es necesario realizar un análisis previo para seleccionar los protectores idóneos.
9. Mascarillas buconasales
Protegen el sistema respiratorio de ciertos polvos nocivos y contaminantes ambientales, y se ajustan a la boca y nariz. El filtro siempre debe ser adecuado al polvo o contaminante existente en el ambiente de trabajo, por ello se requiere un análisis previo.


10.  TÉCNICAS ANALÍTICAS DE SEGURIDAD
10.1.  Evaluación de Riesgos Laborales
El RD 39/97 establece que la evaluación inicial de los riesgos que no hayan podido evitarse deberá extenderse a cada uno de los puestos de trabajo de la empresa en que concurran dichos riesgos y que para ello se tendrá en cuenta:
1. Las condiciones de trabajo existentes o previstas.
2. La posibilidad de que el trabajador que lo ocupe o vaya a ocuparlo sea especialmente sensible, por sus características especiales o estado biológico conocido, a alguna de dichas condiciones.
3. A partir de dicha evaluación inicial, deberán volver a evaluarse los puestos de trabajo que puedan verse afectados por:
·         La elección de equipos de trabajo, sustancias o preparados químicos, la introducción de nuevas tecnologías o la modificación en el acondicionamiento de los lugares de trabajo.
·         El cambio en las condiciones de trabajo.
·         La incorporación de un trabajador cuyas características personales o estado biológico conocido, lo hagan especialmente sensible a las condiciones del puesto.
·         En todo caso, cuando se hayan detectado daños a la salud de los trabajadores, sin perjuicio de las revisiones periódicas que se hayan acordado entre la empresa y los representantes de los trabajadores.

Las fases de la evaluación son las siguientes:
1.  Designar personal competente.
2. Recopilar información.
3. Determinar los puestos de trabajo.
4. Determinar los elementos peligrosos.
5. Identificar a los trabajadores expuestos.
6. Identificar el riesgo o los riesgos.
7. Evitar el riesgo o los riesgos.
8. Valorar cada riesgo (frecuencia – consecuencias – probabilidad)

Hasta aquí hemos identificado y evaluado los riesgos, lo cual significa que hemos determinado si es necesario adoptar medidas preventivas. La siguiente acción a realizar será planificar y adoptar las medidas y acciones concretas necesarias para un adecuado control del riesgo.
En la planificación de esta actividad preventiva se tendrá en cuenta la existencia, en su caso, de disposiciones legales relativas a riesgos específicos y se incluirá, en todo caso, los medios humanos y materiales necesarios, así como la asignación de los recursos económicos precisos para la consecución de los objetivos propuestos.
Para finalizar, deberemos evaluar y conservar documentación formal relativa a los resultados y conclusiones más importantes, y como mínimo, aquellos factores y riesgos asociados para los que la evaluación ha puesto de manifiesto la necesidad de adoptar medidas preventivas.

10.2.  Inspecciones de Seguridad
Las inspecciones de seguridad, realizadas de forma periódica, constituyen una de las mejores herramientas que los empresarios y/o gestores de las empresas tienen a su disposición para descubrir problemas y evaluar los riesgos antes de que ocurran los accidentes y otras pérdidas en las diferentes áreas de trabajo.
Se define la Inspección de Seguridad como el examen detallado de las condiciones de trabajo existentes, para la detección de riesgos de accidentes de trabajo, debidas a las condiciones materiales peligrosas o a prácticas inseguras. El objetivo principal es pues la detección de riesgos de accidentes de trabajo.
La forma de realizar dichas inspecciones consiste, básicamente, en desplazarse al lugar donde se encuentran las instalaciones y procesos y proceder a inspeccionar y averiguar cuáles son las condiciones peligrosas, tanto materiales como de comportamiento humano. Las listas de chequeo son el elemento que más ayuda en estas inspecciones. Podemos citar como más importantes las listas de chequeo para:
o   Planificación de la actividad preventiva
o   Evaluación de los centros de trabajo
o   Herramientas manuales
o   Incendios
o   Aparatos a presión y gases
o   Contactos eléctricos
o   Manipulación de objetos
o   Sustancias químicas
o   Maquinaria
o   Equipos de elevación y transporte
o   Estrés térmico
o   Ruido ambiental
o   Iluminación en los centros de trabajo
o   Contaminantes químicos
o   Contaminantes biológicos
o   Climatización y Ventilación
o   Vibraciones
o   Radiaciones ionizantes
o   Radiaciones no ionizantes
o   Carga física
o   Carga mental
o   Factores de organización


La Inspección finaliza con la elaboración de un Informe donde figure la detección de los diferentes peligros mediante su localización y ubicación, indicando cuál es su origen. De cada uno de los peligros detectados se hará una estimación del riesgo, utilizando cualquiera de los métodos de evaluación existentes. En función de la magnitud del riesgo se propondrán las medidas preventivas y se establecerá un plan de acción en el que se haga constar qué se va a hacer, quién lo va a realizar, cuándo lo va a realizar y quién va a controlar el grado de eficacia de dichas medidas.

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