8. HIGIENE INDUSTRIAL.
ERGONOMÍA Y MEDICINA DEL TRABAJO
En el medio ambiente de trabajo están
presentes una serie de agentes agresivos que pueden producir alteraciones en la
salud de los trabajadores, si se está expuesto a ellos el tiempo suficiente.
Estos agentes agresivos reciben el
nombre genérico de contaminantes.
Los agentes contaminantes pueden ser de tres tipos dependiendo de su
naturaleza:
o
Agentes
químicos: materia
o
Agentes
físicos: formas de energía
o
Agentes
biológicos: seres vivos
Todos estos agentes son capaces de
producir daños a la salud de los trabajadores. Estos daños pueden manifestarse
en forma de accidentes de trabajo o de enfermedades profesionales. La técnica
preventiva encargada del estudio y control de los agentes contaminantes es la Higiene Industrial.
La Higiene tiene por objeto, mediante
el control de los agentes contaminantes, la prevención de los daños a la salud
que estos puedan causar a los trabajadores.
8.1. Contaminantes químicos
Los agentes químicos son sustancias,
preparados o mezclas, que se utilizan en el medio laboral con diversas
funciones.
Todos los agentes químicos son capaces
de producir efectos negativos sobre la salud de los trabajadores, si los agentes
químicos se encuentran en determinadas cantidades y si los trabajadores están
expuestos a ellos el tiempo suficiente.
A los agentes contaminantes químicos
se les denomina Tóxicos, porque son
sustancias ajenas al organismo capaces de causar un efecto nocivo en el hombre.
Para producir efectos negativos, es necesario que los agentes penetren en el
interior del organismo.
El efecto tóxico de estas sustancias
está condicionado por una serie de factores. Los factores más importantes son:
·
La
vía de entrada del contaminante en
el organismo
·
El
tiempo que permanezca el trabajador
expuesto al agente contaminante, o tiempo de exposición
·
La
dosis, o cantidad de contaminante
que logra penetrar en el organismo
·
La
susceptibilidad individual, o las
especiales características de cada persona, que la diferencian del resto.
La vía de entrada determina en gran medida el potencial efecto tóxico
del agente químico. Un mismo contaminante puede producir distintos efectos,
según la vía por la que penetre: Hay fundamentalmente cuatro vías de entrada al organismo:
-
La
vía respiratoria
-
La
vía dérmica o cutánea
-
La
vía digestiva
-
La
vía parenteral
La
vía respiratoria.
La vía más importante en el ambiente
laboral es la vía respiratoria o vía
inhalatoria. Es la más común y la más grave porque: la mayor parte de las
veces NO somos conscientes de la presencia del contaminante en el aire y NO
podemos dejar de respirar eternamente para protegernos del contaminante.
Muchos tóxicos se dispersan por el
aire del ambiente de trabajo, pudiendo ser respirados. Estos contaminantes
presentes en el aire pueden presentar varias formas:
·
Pueden
ser gases o vapores, que se mezclan
con el oxígeno del aire.
·
Pueden
ser partículas, que tengan un peso
lo suficientemente bajo como para flotar en el aire y un tamaño lo
suficientemente pequeño como para entrar en las vías respiratorias.
·
Pueden
ser pequeñas gotas de líquido que flotan en el aire.
En el caso de las partículas, el
tamaño de las mismas determina el nivel máximo de alcance dentro de las vías
respiratorias. Es decir, las partículas más grandes quedarán retenidas en las
zonas superiores, en la nariz, mientras que las partículas más pequeñas serán
capaces de llegar hasta las zonas más profundas de los pulmones. Estas son las
más peligrosas.
La
vía dérmica
Es la segunda vía de entrada más
importante después de la respiratoria. La piel es una barrera que nos separa y
nos protege del ambiente exterior. Sin embargo, algunas sustancias tóxicas
tienen la capacidad de penetrar a través de la piel muy fácilmente, como por
ejemplo algunos disolventes.
La
vía digestiva
Es menos frecuente que las dos
anteriores. Normalmente la entrada por esta vía, es decir, por ingestión, se
produce por malos hábitos de higiene, como puede ser comer con las manos
impregnadas con tóxico, fumar en el lugar de trabajo, masticar chicle durante
la jornada laboral, comerse las uñas, etc. En estas prácticas se ingieren
accidentalmente cantidades de tóxico, que pasan al sistema digestivo.
La
vía parenteral
Es la vía de entrada de contaminantes
menos frecuente, aunque en determinadas profesiones puede ser la más común
(personal sanitario, personal de laboratorio, etc.).
La vía parenteral es la entrada del
tóxico de manera directa, a través de una discontinuidad en el piel, como
pueden ser heridas, punciones, cortes, úlceras, etc. Por estas zonas abiertas,
el tóxico entra mucho más fácilmente al interior del organismo.
No todas las vías de entrada son
iguales en cuanto a peligrosidad. La más
peligrosa es la vía parenteral, seguida de la vía inhalatoria, ya que el
tóxico absorbido pasa directamente a la sangre.
Los efectos producidos por los contaminantes químicos son muy variados,
y pueden ir desde una simple irritación local hasta el cáncer. La principal medida para la prevención de los efectos tóxicos de
los agentes químicos es la identificación
de la exposición a los mismos.
Es necesario conocer cuáles son las
sustancias químicas que están presentes en el medio ambiente de trabajo, o que
utilizamos con frecuencia para realizar distintas operaciones. Para conocer las
sustancias con las que trabajamos, es muy importante disponer del etiquetado de
los productos químicos.
Todos los productos químicos deben
estar provistos del etiquetado
correspondiente y de las llamadas fichas
de seguridad, que proporcionan toda la información y las instrucciones
necesarias tanto para manipular el producto con las debidas medidas de
seguridad, como para hacer frente a posibles medidas de emergencia si fuesen
necesarias.
El fabricante del producto químico
está obligado a suministrar el producto correctamente etiquetado y con su ficha
de seguridad química correspondiente. A la hora de la adquisición de un
producto químico, se debe exigir ambas cosas.
Una vez identificados los
contaminantes, es importante saber la cantidad que hay en el ambiente de
trabajo, es decir, la concentración.
Para medir la concentración podemos utilizar aparatos de medida, que miden la
concentración en el lugar de trabajo de manera directa, o podemos tomar una
muestra y llevarla a analizar a un laboratorio.
Cuando sepamos la cantidad de
contaminante existente en el ambiente de trabajo, tenemos que compararla con
criterios de referencia para saber si esta cantidad se encuentra por encima o
por debajo de los valores que se consideran tolerables.
A nivel internacional, los criterios de referencia más utilizados
son los TLV’s de la American
Conference of Governmental Industrial Hygienist o Asociación de Higienistas
Americanos. No obstante, a nivel nacional, y cuando existan, se utilizan los
valores límites ambientales, denominados VLA’s.
Si los valores ambientales que
encontramos están por encima de los valores tolerables de referencia, tenemos
que tomar medidas correctoras y de control.
Las medidas de prevención deben aplicarse por
orden de prioridad:
1º. Sobre el foco, es decir, sobre el lugar donde se genera el contaminante.
2º. Sobre el medio, generalmente el aire, por donde se transmite el tóxico.
3º. Sobre el trabajador, que recibe el contaminante.
8.2. Contaminantes físicos
Lo constituyen los distintos estados o
formas energéticas (calorífica, mecánica, electromagnética, etc.). Hay
fundamentalmente cuatro tipos de agentes
físicos:
·
El
Ruido
·
Las
vibraciones
·
Las
radiaciones
·
La
Temperatura ambiental
El
ruido
El ruido es un sonido no deseado, que
se percibe como algo desagradable y molesto. Es uno de los contaminantes más frecuente del lugar de trabajo. Puede estar
generado por el funcionamiento de la maquinaria, por la aglomeración de
personas, por el tráfico, etc.
La exposición reiterada al ruido
produce alteraciones de la salud de los trabajadores. Estos efectos sobre la salud pueden ser de
dos tipos:
o
Efectos
auditivos
o
Efectos
no auditivos
Los efectos auditivos se denominan así
porque afectan al oído. La exposición prolongada al ruido puede producir un
descenso de la capacidad auditiva, es decir, sordera. La sordera profesional es un proceso de pérdida progresiva de
audición, y se caracteriza porque se produce por igual en los dos oídos. La
sordera profesional es el resultado de la exposición a niveles de ruido durante
mucho tiempo, por ejemplo, años de vida laboral.
Los efectos no auditivos pueden ser
muy variados. Desde la alteración de la respiración, el aumento de la tensión
arterial, aumento de la posibilidad de padecer úlceras de estómago, hasta
alteraciones nerviosas, como alteraciones del sueño, irritación, cansancio,
inquietud, etc.
La prevención del ruido puede hacerse a tres niveles:
·
A
nivel del foco, es decir, donde se
origina el ruido
·
A
nivel del medio, a través del cual
se transmite
·
A
nivel del receptor, que es el
trabajador que percibe el ruido
Las medidas más eficaces son las que
se toman en el foco. Por ejemplo, se puede encerrar la fuente o aislarla, para
que no se difunda. La prevención más eficaz consiste en elegir, a la hora de la
compra, la máquina que emita menor cantidad de ruido.
La siguiente medida en eficacia es la
actuación sobre el medio. Para actuar sobre el medio de propagación podemos
recurrir a la instalación de pantallas obstaculizantes, o recubrir las paredes
de materiales capaces de absorber el ruido, como espuma, etc.
El último recurso es la actuación
sobre el receptor, que sólo debe utilizarse en el caso de que las otras medidas
preventivas no sean posibles o no sean suficientes. Las medidas sobre el
receptor consisten en poner a disposición de los trabajadores equipos de
protección auditiva, como cascos, orejeras o tapones.
La exposición al ruido está legislada
y regulada por el RD 1316/89, sobre protección de los trabajadores frente a los
riesgos derivados de la exposición al ruido durante el trabajo.
Las
vibraciones
Al igual que el ruido también son
formas de energía que se transfieren de un cuerpo a otro. Son generadas
normalmente por el funcionamiento de máquinas y equipos de trabajo, o de
vehículos.
Pueden transmitirse al cuerpo humano fundamentalmente de 2 formas:
1º. A través de las manos: en este caso las vibraciones proceden de
herramientas o de equipos de trabajo, como por ejemplo un martillo neumático.
Estas son las denominadas vibraciones
mano-brazo.
2º. A través del cuerpo: estas son las procedentes de vehículos. Se
denominan vibraciones de cuerpo completo,
y pueden entrara a través de los pies.
Los efectos de las vibraciones pueden
ir desde mareos o vómitos, producidos por vehículos en movimiento, hasta
alteraciones en la columna, dolores en la zona dorsolumbar, alteraciones de la sensibilidad de los dedos
y manos, aumento de las alteraciones digestivas, etc.
Para evaluar la necesidad de tomar las
medidas de prevención ante la exposición a las vibraciones, podemos seguir el
mismo esquema de actuación, es decir, al igual que en el ruido las medidas
preventivas pueden tomarse a tres niveles:
- A nivel del foco, es decir, dónde se
origina la vibración, por ejemplo en la maquinaria.
- A nivel del medio a través del cual
se transmite, es decir la zona de contacto entre el trabajador y el aparato,
máquina o vehículo emisor de vibraciones.
- A nivel del receptor, que es el
trabajador que recibe las vibraciones.
Las
radiaciones
Son otra de las formas de energía que
pueden estar presentes como agentes contaminantes en el lugar de trabajo. Las
radiaciones se transmiten en forma de ondas (denominadas ondas
electromagnéticas). Las radiaciones son comunes en el lugar de trabajo,
especialmente en determinados puestos de actividad. Se clasifican en dos tipos:
1º. Ionizantes
2º. No ionizantes
Las radiaciones ionizantes presentan una elevada energía y son capaces de
interaccionar con el organismo humano y alterar las células, originando
partículas cargadas eléctricamente, es decir iones.
Las fuentes de estas radiaciones
pueden ser naturales, como algunos elementos presentes en la naturaleza que
irradian energía por sí mismos, o pueden ser fuentes artificiales, generadas
por el hombre.
La interacción entre las radiaciones
ionizantes y el organismo produce diversas consecuencias. Alteran de tal manera
las células y sus elementos constitutivos que los efectos pueden ser
extremadamente graves. Una de las consecuencias puede ser el desarrollo de
tumores y cáncer.
Hay varios tipos de radiaciones
ionizantes: los rayos X, los rayos γ, etc.
Las radiaciones no ionizantes son más frecuentes que las ionizantes en el lugar de
trabajo. Este tipo de radiaciones contiene menos
energía que las ionizantes, lo que las hace menos peligrosas, ya que los
efectos que producen sobre el organismo son menos graves, aunque no por ello
debamos despreciarlos.
La exposición a radiaciones no
ionizantes puede producir alteraciones en la piel, quemaduras, y efectos más
graves sobre los ojos. Según la energía que contienen, hay varios tipos de
radiaciones no ionizantes:
1. Radiaciones ultravioleta. Son las que tienen un mayor contenido
energético, y por tanto son las que pueden producir efectos más severos.
Afectan fundamentalmente a la piel, originando irritación.
2. Radiación visible. Es la que somos capaces de percibir visualmente.
Es poco peligrosa y no suele producir efectos orgánicos importantes, pero puede
producir otro tipo de efectos derivados de la iluminación en el lugar de trabajo.
La iluminación es el grado de luz
presente en el medio, que permite visualizar el entorno y los objetos presentes
en él. Todas las actividades laborales precisan de iluminación para llevarse a
cabo.
La iluminación del puesto de trabajo
debe ser la adecuada. Tanto el exceso como el defecto de luz son perjudiciales
para la salud. El exceso ocasiona molestias, irritación ocular, dolores de
cabeza y deslumbramientos que son por sí mismos causa de accidentes. El defecto
produce fatiga visual.
El nivel correcto de iluminación debe
permitir distinguir perfectamente los objetos, es decir que el contraste sea el
adecuado, y que no se produzcan deslumbramientos, es decir, reflejos de luz que
incidan directamente sobre nuestros ojos. Los niveles de iluminación para cada
lugar y puesto está regulado por RD.
3. Radiación infrarroja. Igual que la visible no suele producir
efectos importantes, aunque si la exposición es excesiva puede llegar a
originar quemaduras en la piel, irritación ocular y en casos extremos
cataratas.
4. Microondas y radiofrecuencias. Son radiaciones de baja energía muy
utilizadas en el ámbito laboral y en la vida cotidiana. Pueden producir dos
tipos de efectos: efectos térmicos, aumentando la temperatura corporal y efectos
no térmicos.
5. Láser. Es una radiación artificial que tiene muchas utilidades y
aplicaciones en el campo laboral: El riesgo mayor de la exposición al láser
está en los ojos y en la piel. La potencia del láser puede llegar a destruir
tejidos.
La
temperatura ambiental
La temperatura a que se encuentre el
medio ambiente de trabajo tiene una influencia directa sobre el organismo,
pudiendo producir situaciones agresivas y pérdidas de salud.
El organismo se encuentra a una
temperatura constante de 37º C, que
debe mantener para preservar las funciones vitales. Sin embargo, las
temperaturas externas pueden ser muy variadas. Para mantener constante la
temperatura, el cuerpo posee una serie de mecanismos, denominados de termorregulación. Estos mecanismos hacen
perder calor corporal cuando la temperatura externa es muy elevada. El
ejercicio físico, metabolismo, etc. son procesos que generan calor en el
interior del organismo.
La
exposición prolongada al calor,
frecuente en trabajos a la intemperie o en lugares de trabajo donde por las
características de la producción se genera calor, o en ambientes mal
ventilados, puede producir deshidratación por sudoración excesiva, fatiga, y en
casos extremos de exposición elevada. Estrés térmico o choque de calor, que puede
llegar a producir pérdida de conciencia y muerte.
La
exposición prolongada al frío,
frecuente en trabajos al aire libre, lugares donde se genera frío artificial o
zonas de refrigeración, puede originar desde congelación a confusión mental y
dificultad para la concentración, hipotermia o pérdida de calor corporal, capaz
de producir aletargamiento e incluso la muerte.
La mayor parte de las veces, las
situaciones de exposición a latas o bajas temperaturas no son situaciones
extremas, por lo que a priori, no revisten especiales riesgos para los trabajadores. Sin embargo sí pueden
generar malestar e incomodidad, produciendo lo que se denomina disconfort
térmico, es decir, la percepción de una situación térmica molesta.
Si las exposiciones se prolongan lo
suficiente, se pierde destreza manual y se dificulta la realización de una
tarea, lo que puede ser causa de accidente de trabajo. Un factor determinante
es el tipo de vestimenta que lleve el trabajador, otro factor importante es el
consumo metabólico del organismo
8.3. Agentes biológicos
Los contaminantes biológicos son
organismos, seres vivos, o parte de ellos capaces de introducirse en el
interior del cuerpo humano originando una serie de efectos negativos para la
salud, como infecciones, alergias, toxicidad, etc. Pueden pertenecer a cinco
grandes grupos:
1. Virus. Son formas elementales de vida que necesitan estar dentro de
otro ser vivo para reproducirse y sobrevivir. Algunos de los virus que pueden
estar en el lugar de trabajo son los que producen la hepatitis, la rabia, la
gripe, etc.
2. Bacterias. Tienen mayor complejidad que los virus y un mayor
tamaño. Algunas bacterias que pueden producir alteraciones por su presencia en
el lugar de trabajo son las causantes del tétanos o de la tuberculosis.
3. Protozoos. Son organismos animales unicelulares y microscópicos,
que pueden parasitar al hombre, causándole enfermedades como la toxoplasmosis.
4. Hongos.
Son organismos vegetales microscópicos que pueden parasitar al hombre, originando enfermedades como la candidiasis,
que afecta a piel y mucosas.
5. Gusanos. Son animales de tamaño variable y que pueden penetrar en
el organismo con el fin de parasitario, procedentes de otros animales o del
medio. Pueden alojarse en los órganos internos, como intestino, pulmones, etc.,
produciendo alteraciones de la salud.
Los contaminantes biológicos pueden
encontrarse en el medio ambiente de trabajo por dos razones:
·
Que
se trabaje con ellos a propósito,
por ejemplo en los laboratorios microbiológicos, o porque formen parte del
proceso productivo, como en la fermentación de alimentos como el yogur, etc.
·
Que
se encuentren de manera accidental
en el lugar de trabajo, presentes en el medio, o en animales, y que pueden ser
foco de infección y vía de transmisión.
Los agentes biológicos se clasifican
en cuatro grupos (1 al 4) según su potencial dañino para el hombre. De acuerdo
al grupo al que pertenezcan los agentes serán las medidas de prevención y de
protección que deben tomarse.
Las medidas de control del riesgo
biológico pueden ser medidas generales o medidas específicas, dependiendo de
las características y la naturaleza del agente biológico. La medida más importante y la más efectiva es la de contención del agente, para evitar que
se propague. La vacunación de los trabajadores expuestos es otra medida de
prevención, pero que sólo es válida cuando el agente tiene una vacuna posible y
eficaz.
Otra medida muy importante es la
formación e información de los trabajadores. Estos deben estar adiestrados en
las técnicas de trabajo, e informados de la naturaleza del agente o agentes que
manipulan y de los posibles riesgos que esta manipulación implica para su
salud.
La higiene y la limpieza del lugar de trabajo son imprescindibles para
el control de los agentes biológicos. La vigilancia
de la salud, tal y como contempla a LPRL, es especialmente importante en
los trabajadores que están expuestos a riesgos biológicos.
8.4. La medicina del trabajo
La medicina del trabajo se especializa
en la interacción de la salud con el trabajo. El trabajo influye en la salud,
pero puede hacerlo tanto en sentido positivo como negativo. Lo óptimo consiste
en favorecer el primer aspecto y rebajar o anular el segundo.
Las técnicas preventivas que utiliza
la medicina del trabajo son fundamentalmente las siguientes:
a) Epidemiología. Investiga, sobre una población o grupo de personas,
la distribución y frecuencia de signos y, en general, las alteraciones o
anomalías de salud, con objeto de conocer sus posibles causas y los distintos
factores que intervienen en su evolución, para que finalmente puedan prevenirse
los riesgos correspondientes.
b) Vigilancia de la salud, con el objeto de:
·
Conocer
el estado de salud individual y colectivo en relación con los riesgos a los que
estén expuestos.
·
Indagar
la existencia de una posible especial susceptibilidad o sensibilidad
individual.
·
Verificar
si existe algún factor o condición individual y su alcance, tanto temporal como
permanente, que pudiera representar un riesgo o agravamiento de los existentes
para esa persona o entorno.
·
Detección
precoz de alteraciones de la salud.
·
Actuar
en consecuencia y participar interdisciplinariamente en la actividad
preventiva.
c) Educación sanitaria, medio muy valioso para la promoción de la
salud que tiene como finalidad alcanzar cambios positivos individuales y
colectivos, modificando hábitos y conductas negativas y fomentando la
participación en programas preventivos y, en general, de promoción de la salud.
d) El reforzamiento individual, con objeto de hacerle más resistente a
posibles alteraciones de la salud mediante vacunaciones y realización de
ejercicios físicos por ejemplo y actuaciones en caso de situaciones de
emergencia.
8.5. La ergonomía y
psicosociología
La ergonomía es la técnica preventiva
que mediante el diseño de los puestos de trabajo, de los equipos, de los
procesos, etc., adapta el trabajo y sus demandas a las características y
capacidades de los trabajadores, para evitar posibles pérdidas de salud que el
trabajo pueda ocasionar.
Si bien las otras disciplinas
preventivas (medicina del trabajo, higiene industrial y seguridad en el
trabajo) se dirigen principalmente a los aspectos negativos de las condiciones
de trabajo, la ergonomía no sólo
persigue la mejora de las mismas a fin de eliminar o rebajar sus efectos
negativos sobre los tres campos de la
salud (físico, psíquico y social), sino que tiende a un concepto más amplio de la salud y de las condiciones de trabajo
pretendiendo mejorar cualquier aspecto relacionado con el equilibrio de la
persona y su entorno. Los principales
objetivos de la ergonomía son:
·
Optimizar
la interrelación entre las técnicas utilizadas y personas
·
Controlar
el entorno o medio ambiente de trabajo
·
Seleccionar
las técnicas más adecuadas a las personas disponibles
·
Favorecer
el interés de los trabajadores por la tarea y el proceso productivo, así como
por el medio ambiente de trabajo
·
Evaluar
los riesgos de fatiga física y mental
·
Definir
los objetivos de formación con relación a las características de los puestos de
trabajo y las personas
Existen diversas orientaciones o enfoques de la ergonomía:
a) La ergonomía del puesto de trabajo, con objeto de adaptar las
dimensiones, esfuerzos y movimientos, fundamentalmente a las características
individuales de la persona que los desempeña.
b) La ergonomía de los sistemas, que amplía el enfoque anterior al
considerar además tanto los aspectos físicos del entorno del puesto de trabajo
(ruido, iluminación, temperatura, etc.) como los organizativos (ritmos de
trabajo, pausas, nocturnidad, horarios, etc.).
c) La ergonomía del desarrollo
integral de la persona, es un paso más y consiste en considerar la
ergonomía de un modo totalizador, teniendo en cuenta a los trabajadores como
sujetos pasivos y activos, fomentando su participación en la mejora de las
condiciones de trabajo, con mayor interés, creatividad y por lo tanto, mayor
satisfacción personal (y con ello mayor productividad y mejor calidad en los
resultados del proceso productivo).
La
Psicosociología
Trata por un lado el estrés en
cualquiera de sus variantes o manifestaciones y la insatisfacción, y por otro,
las cuestiones relativas a la organización de la empresa, los factores de la
tarea, la dirección y la conducta individual.
9. EQUIPOS DE PROTECCIÓN
INDIVIDUAL (EPIS)
La Ley de Prevención de Riesgos
Laborales establece claramente que los equipos de protección individual (EPI’s)
es la última opción de la actividad preventiva y sólo deben ser utilizados
cuando los riesgos no se puedan eliminar o reducir suficientemente por medio de
la protección colectiva o con una buena organización de métodos y
procedimientos de trabajo
La protección individual
exclusivamente protege al individuo que la porta, actúa como la última entre el
trabajador y los riesgos a los que está sometido.
La utilización y la selección de los
diferentes equipos de protección son regulados por el RD 773/1997, por el que
se establece el proceso para determinar cuándo se hace imprescindible el uso de
estos equipos por la insuficiencia de otras medidas preventivas, también se contempla
un procedimiento para escoger, entre los diferentes equipos de protección,
aquel que más se ajuste a nuestras necesidades, así como la posibilidad de
simultanearlo con el uso de otros equipos.
9.1. Equipos de Protección
Individual
Según el RD 1407/1992 se definen los
Equipos de Protección Individual para ser empleados en los lugares de trabajo
como cualquier dispositivo o medio que vaya a llevar o del que vaya a dispones
una persona, con el objeto de que le proteja contra uno o varios riesgos que
puedan amenazar su salud y su seguridad en el trabajo, así como cualquier
complemento o accesorio destinado a tal fin.
Además, la aplicación del RD 1407/1992
impone que para poder ser comercializados, los fabricantes de EPI’s han de
cumplir una serie de requisitos que le identifican frente al usuario:
·
Suministrar
un folleto informativo conjuntamente con el equipo
·
Estampar
enmarcado CE en el equipo
·
Tener
a disposición de la autoridad laboral una declaración de conformidad con las
exigencias esenciales establecidas en el RD
9.1.1. Obligaciones de
empresario y trabajador
Obligaciones del empresario:
1. Determinar los puestos que
necesiten protección individual.
2. Determinar las partes del cuerpo a
proteger.
3. Elegir los equipos más adecuados.
4. Informar del riesgo que protege, y
advertir cuándo se debe utilizar.
5. Instruir sobre su uso y
mantenimiento, entrenando si fuera preciso.
6. Suministrarlo gratuitamente al
trabajador
7. Controlar que su uso y
mantenimiento son los correctos.
Obligaciones del trabajador:
1. Utilizar y cuidar los equipos de
protección.
2. Informar inmediatamente de
cualquier desperfecto, anomalía o daño apreciado en el equipo que, a su juicio,
pueda conllevar pérdida de eficacia con el consiguiente riesgo para su
seguridad o salud.
9.1.2. Utilización y
mantenimiento de los EPI
La correcta utilización, el
almacenamiento y la conservación de los equipos es un punto muy importante para
asegurar su eficacia. Los EPI’s deberán mantenerse en adecuadas condiciones de
seguridad e higiene durante toda la vida previsible de utilización de los
mismos.
Los datos para su limpieza,
desinfección y mantenimiento, así como reposición, son facilitados por el
fabricante del equipo, quien los debe incluir en el folleto informativo que
entrega al comprador junto con el EPI, así mismo este folleto deberá estar a
disposición de los trabajadores que vayan a utilizarlo. Para su correcto uso y
un adecuado mantenimiento hay que tener especialmente en cuenta los siguientes
puntos del folleto informativo:
·
Instrucciones
de almacenamiento, uso, limpieza, mantenimiento, revisión y desinfección,
indicando los productos recomendados en cada caso.
·
Clases
de protección frente a diferentes niveles de riesgo; límites de uso.
·
Fecha
de caducidad del EPI o componentes.
·
Accesorios
y repuestos.
·
Tipo
de embalaje adecuado para su transporte
Hay que hacer una previsión de stocks
para permitir en caso de necesidad una sustitución inmediata (rotura, avería,
etc.).
En principio, los EPI’s son de uso
personal, pero si las circunstancias exigiesen la utilización de un mismo
equipo por varias personas, se deberá garantizar que el grado de adaptación a
cada una de ellas sea tal que permita protegerlas a todas, al menos, por encima
del nivel de protección aceptable predeterminado en la evaluación del riesgo.
En este caso, también deberán tomarse
las medidas necesarias a fin de evitar que ello suponga un problema higiénico o
sanitario para los diferentes usuarios.
9.1.3. Condiciones que deben
reunir
La elección eficaz de un EPI frente a
los riesgos que ha de proteger y la formación de los trabajadores para su
utilización y mantenimiento son determinantes para conseguir minimizar las
consecuencias de los accidentes.
Existen exigencias aplicables a todos
los equipos, exigencias complementarias a varios equipos y exigencias
específicas ante los riesgos que hay que prevenir,
A.
Exigencias aplicables a todos los equipos
a) Los equipos deberán estar
concebidos y fabricados de tal forma que, en las condiciones normales de uso
previsible a que están destinados, el usuario pueda realizar con normalidad una
actividad que le exponga a riesgos y, al mismo tiempo, contar con una
protección adecuada de máxima seguridad.
Algún tipo de molestia supone el
empleo de cualquier EPI por bueno que sea, pero hay que asegurarse de que estas
molestias sean las mínimas, y se justifiquen por el beneficio que supone la
protección que otorgan si no queda otra opción razonablemente.
b) Los equipos han de estar compuestos
de materiales con efectos no nocivos para la salud o la higiene del usuario.
c) Cualquier parte de estos equipos
que esté o pueda estar en contacto con el usuario durante el tiempo de su
utilización deberá estar libre de asperezas, aristas vivas, puntas salientes, o
cualquier otra característica que pueda causar una excesiva irritación o
lesiones.
d) Los equipos han de estar concebidos
de tal manera, que el usuario pueda utilizarlos lo más fácilmente posible en la
postura adecuada y mantenerse así durante el tiempo de utilización. Estos
equipos se adaptarán al máximo a las características morfológicas del usuario.
e) Los equipos serán lo más ligeros
posible; y ello no deberá perjudicar a su solidez de fabricación ni
obstaculizar su eficacia.
f) El fabricante está obligado a
entregar junto con los equipos comercializados, un folleto informativo en el
que, aparte de su nombre y dirección, se detallen los datos estudiados con
anterioridad.
g) Para que los EPI’s puedan ser
comercializados se les exige la marca de conformidad, constituida por el símbolo
СЄ.
B.
Exigencias complementarias a varios equipos
a) Cuando dichos equipos dispongan de
sistema de ajuste, estarán concebidos de tal forma que, una vez ajustados no
puedan desajustarse independientemente de la voluntad del operario, en
condiciones normales de uso.
b) Los EPI’s que cubran las partes del
cuerpo a proteger estarán, siempre que sea posible, suficientemente ventilados,
para evitar la transpiración producida por su utilización.
c) Los EPI’s del rostro, ojos o vías
respiratorias limitarán al mínimo el campo visual y la visión del operario.
d) En estos equipos deberá marcarse de
forma indeleble y sin riesgo de ser mal interpretada la fecha de fabricación
y/o si fuera posible la fecha de caducidad en cada prenda, sus componentes
sustituibles y su embalaje.
C.
Exigencias específicas ante los riesgos que hay que prevenir
a) Equipos de protección contra golpes
mecánicos:
Deberán poder amortiguar los efectos
de un golpe evitando cualquier lesión producida por aplastamiento o penetración
de la parte protegida.
b) Equipos de protección contra caída
de personas:
Para evitar las caídas por
resbalamiento, las suelas del calzado estarán diseñadas, fabricadas o dotadas
de dispositivos adicionales que garanticen una buena adherencia por contacto o
por rozamiento.
Para evitar las caídas de altura, el
EPI tendrá las siguientes condiciones:
- Deberán llevar un dispositivo de
agarre y sostén del cuerpo y un sistema de conexión que pueda unirse a un punto
de anclaje seguro.
- Deberán estar diseñados para que la
fuerza de frenado no pueda provocar lesiones corporales ni la rotura o apertura
de algún componente de los equipos que pudiese provocar la caída del usuario.
- Una vez que se ha producido el
frenado deberán garantizar una postura correcta del usuario que le permita,
llegado el caso, esperar auxilio.
- El fabricante deberá precisar en
particular, en su folleto informativo, los datos referentes a:
Ø
Las
características requeridas para el punto de anclaje seguro
Ø
La
forma adecuada de llevar el dispositivo de agarre y sostén al cuerpo
Ø
La
longitud residual mínima necesaria del elemento de amarre por debajo de la
cintura del usuario
c) Protección contra agresiones
físicas (rozamientos, pinchazos, cortes, etc.):
Los EPI’s estarán diseñados y
dispuestos de tal forma que ofrezcan una resistencia a la abrasión, a la
perforación y al corte, adecuada a las condiciones normales de uso.
d) Protección contra los efectos
nocivos del ruido:
Deberán atenuar el ruido para que los
niveles sonoros equivalentes percibidos por el usuario no superen nunca los
valores límite de exposición diaria prescritos en el RD 1316/1989.
e) Protección contra el calor y el
fuego:
Tendrán una capacidad de aislamiento
térmico y resistencia mecánica, y un grado de inflamabilidad, adecuados a las
condiciones normales de uso. No deberán fundirse por la acción de una llama ni
contribuir a propagarla.
f) Protección contra el frío:
Tendrán una capacidad de aislamiento
térmico y resistencia mecánica adaptadas a las condiciones normales de uso.
g) Protección contra descargas
eléctricas:
Deberán tener un grado de aislamiento
adecuado a los valores de las tensiones a las que el usuario pueda exponerse en
las condiciones más desfavorables.
·
Los
EPI llevarán una marca que indique especialmente el tipo de protección y/o la
tensión de utilización.
·
En
su folleto informativo el fabricante indicará el uso de estos equipos y la
naturaleza y periodicidad de los ensayos dieléctricos a los que habrán de
someterse durante el tiempo que duren.
h) Protección contra las radiaciones:
Los EPI’s que protejan la vista
deberán absorber o reflejar la mayor parte de la energía radiada que pueda ser
nociva para el usuario, al mismo tiempo que no altere en condiciones normales
de uso:
o
La
transmisión de la parte no nociva del espectro visible
o
La
percepción de los contrastes
o
La
distinción de los colores
Cada ocular filtrante llevará
señalizado el grado de protección.
Los EPI’s destinados a proteger todo o
parte del cuerpo contra el polva, gas, líquidos radioactivos o sus mezclas se diseñarán
y elegirán de tal manera que impidan eficazmente la penetración de
contaminantes en condiciones normales de uso.
i) Protección respiratoria:
Deberán permitir que el usuario
disponga de aire respirable cuando está expuesto a una atmósfera contaminada
y/o cuya concentración de oxígeno sea insuficiente.
El aire respirable que proporciones
este tipo de EPI al usuario se obtendrá por los medios adecuados, como por
ejemplo: filtrando el aire contaminado a través del dispositivo o medio
protector-filtro, o canalizando el aporte procedente de una fuente no
contaminada.
9.1.4. Clasificación y Tipos
de prenda
Cuando hablamos de categorías dentro
de los distintos tipos de EPI’s, pretendemos definir el distinto nivel de
protección frente al riesgo para el que dicho EPI ha sido diseñado. Esta
clasificación en tres categorías (correspondiendo la 1 al nivel de protección
más bajo y la 3 al más alto) es muy importante en la fase de elección del EPI,
dado que dependiendo del nivel de riesgo contra el que se va a proteger, se
elegirá un EPI de una u otra categoría. El responsable de la clasificación del
EPI en alguna de las categorías será el fabricante.
En la industria existe una gran
variedad de prendas de protección personal, pero las más importantes son:
1.
Guantes de seguridad
Protegen las manos en la manipulación
de materiales y en el uso de herramientas manuales. Protegen de cortes, golpes,
roces, pinchazos, etc. Pueden estar fabricados con tejido, cuero, kevlar, cota
de malla, etc. Existen guantes altos que protegen además las muñecas de los
mismos riesgos. También hay especiales como los que protegen de productos
químicos agresivos, aislantes para trabajos en tensión, etc.
2.
Casco de seguridad
Principalmente protege la cabeza de
golpes y choques en el cráneo, de la caída y proyección violenta de objetos y
de contactos eléctricos. Suelen ser de material plástico y con correas en el
interior y ajustables al cráneo.
3.
Calzado de seguridad
Protege los pies de posibles lesiones,
y puede ser:
- Con puntera reforzada, que protege
de caídas de objetos y golpes
- Con plantilla reforzada, que protege
de pinchazos y cortes en la planta del pie.
- Con tobillera, que protege el
tobillo de golpes y torceduras.
- Aislante, para trabajos con
electricidad.
- Calzado de caucho, neopreno o
madera, cuando se trabaje con líquidos corrosivos.
4.
Botas impermeables
Protegen los pies y piernas frente al
agua y la humedad. Pueden ser de uso normal, sin ningún tipo de protección
mecánica, o de clase especial, con puntera reforzada, plantilla reforzada y
tobillera para proteger de golpes, caídas, pinchazos y otros.
5.
Gafas de seguridad
Principalmente protegen los ojos y la
vista de partículas, choques contra objetos, polvos y salpicaduras. La montura
debe cubrir las partes superior, inferior y lateral del ojo. Los oculares
pueden ser neutros o graduados según el defecto visual del usuario. Para
aquellos trabajadores que necesiten corrección de la vista, les serán
proporcionadas gafas protectoras con la adecuada graduación, u otras que puedan
ser complementarias a las que el trabajador utilice normalmente. Las dos
soluciones son posibles, no obstante lo más adecuado sería dotar al trabajador
de unas gafas de protección graduadas conforme a sus necesidades.
6.
Pantallas protectoras
Protegen los ojos y el rostro contra
impactos y salpicaduras. Para el manejo de líquidos ácidos, cáusticos e
irritantes se deben emplear pantallas con visera de acetato transparente.
Dentro de los tipos de pantalla cabe destacar:
o
Pantallas
faciales con visores de plástico. Van equipadas con un plástico transparente
que protege contra partículas o salpicaduras de sustancias químicas. La
pantalla deberá ser resistente al fuego y su visor se reemplazará cuando sea
deforme o se raye. Deben ser ajustables al tamaño y contorno de la cabeza del
usuario.
o
Pantallas
para soldadores. Existen de dos tipos: las pantallas de mano, que sólo se
utilizan en operaciones de soldadura y en puestos donde se alterna la operación
de soldar con otras en las que no es necesaria la protección, y las pantallas
de cabeza, que se adaptan mediante un atalaje a la cabeza del usuario, siendo
generalmente abatibles, pudiendo cubrir la cabeza o no a voluntad del operario.
7.
Cinturones de seguridad
Evitan la caída del operario en
trabajos en altura, protegiéndole de graves lesiones e incluso la muerte.
Pueden ser de varios tipos: de sujeción (impide la caída libre pero
anula la libertad de movimiento), de suspensión (permite libertad de
movimiento pero necesita de un sistema de anclaje móvil) y de caída (para
amarrar a estructuras, no evita la caída libre y se debe usar con arnés).
El cinturón de seguridad tiene que
ser:
- Atribuido personalmente a un usuario
- Almacenado lejos de fuentes de calor
importantes.
- Utilizado únicamente por personas
que hayan recibido formación.
- Destruido después de haber sufrido
una caída.
- No ser expuesto a productos que
puedan deteriorar la cinta o hebillas.
- Protegido contra aristas cortantes y
los roces.
- Limpiado con los disolventes y
cetonas recomendadas.
-Secado naturalmente sin contacto con
llamas.
- Utilizado con un punto de anclaje de
preferencia más arriba de la posición del usuario.
8.
Protectores auditivos
Protegen los oídos en trabajos con
elevado nivel de ruido, evitando la generación de sordera profesional. Pueden
ser: tapones, ajustables a los oídos, y orejeras, ajustables a
las orejas.
Los protectores auditivos deben ser
aptos al nivel y tipo de ruido existente, por lo que es necesario realizar un
análisis previo para seleccionar los protectores idóneos.
9.
Mascarillas buconasales
Protegen el sistema respiratorio de
ciertos polvos nocivos y contaminantes ambientales, y se ajustan a la boca y
nariz. El filtro siempre debe ser adecuado al polvo o contaminante existente en
el ambiente de trabajo, por ello se requiere un análisis previo.
10. TÉCNICAS ANALÍTICAS DE
SEGURIDAD
10.1. Evaluación de Riesgos
Laborales
El RD 39/97 establece que la
evaluación inicial de los riesgos que no hayan podido evitarse deberá
extenderse a cada uno de los puestos de trabajo de la empresa en que concurran
dichos riesgos y que para ello se tendrá en cuenta:
1. Las condiciones de trabajo
existentes o previstas.
2. La posibilidad de que el trabajador
que lo ocupe o vaya a ocuparlo sea especialmente sensible, por sus
características especiales o estado biológico conocido, a alguna de dichas
condiciones.
3. A partir de dicha evaluación
inicial, deberán volver a evaluarse los puestos de trabajo que puedan verse
afectados por:
·
La
elección de equipos de trabajo, sustancias o preparados químicos, la
introducción de nuevas tecnologías o la modificación en el acondicionamiento de
los lugares de trabajo.
·
El
cambio en las condiciones de trabajo.
·
La
incorporación de un trabajador cuyas características personales o estado
biológico conocido, lo hagan especialmente sensible a las condiciones del
puesto.
·
En
todo caso, cuando se hayan detectado daños a la salud de los trabajadores, sin perjuicio
de las revisiones periódicas que se hayan acordado entre la empresa y los
representantes de los trabajadores.
Las fases de la evaluación son las
siguientes:
1.
Designar personal competente.
2. Recopilar información.
3. Determinar los puestos de trabajo.
4. Determinar los elementos
peligrosos.
5. Identificar a los trabajadores
expuestos.
6. Identificar el riesgo o los
riesgos.
7. Evitar el riesgo o los riesgos.
8. Valorar cada riesgo (frecuencia –
consecuencias – probabilidad)
Hasta aquí hemos identificado y
evaluado los riesgos, lo cual significa que hemos determinado si es necesario
adoptar medidas preventivas. La siguiente acción a realizar será planificar y
adoptar las medidas y acciones concretas necesarias para un adecuado control
del riesgo.
En la planificación de esta actividad
preventiva se tendrá en cuenta la existencia, en su caso, de disposiciones
legales relativas a riesgos específicos y se incluirá, en todo caso, los medios
humanos y materiales necesarios, así como la asignación de los recursos
económicos precisos para la consecución de los objetivos propuestos.
Para finalizar, deberemos evaluar y
conservar documentación formal relativa a los resultados y conclusiones más
importantes, y como mínimo, aquellos factores y riesgos asociados para los que
la evaluación ha puesto de manifiesto la necesidad de adoptar medidas
preventivas.
10.2. Inspecciones de
Seguridad
Las inspecciones de seguridad,
realizadas de forma periódica, constituyen una de las mejores herramientas que
los empresarios y/o gestores de las empresas tienen a su disposición para
descubrir problemas y evaluar los riesgos antes de que ocurran los accidentes y
otras pérdidas en las diferentes áreas de trabajo.
Se define la Inspección de Seguridad
como el examen detallado de las condiciones de trabajo existentes, para la
detección de riesgos de accidentes de trabajo, debidas a las condiciones
materiales peligrosas o a prácticas inseguras. El objetivo principal es pues la
detección de riesgos de accidentes de trabajo.
La forma de realizar dichas
inspecciones consiste, básicamente, en desplazarse al lugar donde se encuentran
las instalaciones y procesos y proceder a inspeccionar y averiguar cuáles son
las condiciones peligrosas, tanto materiales como de comportamiento humano. Las
listas de chequeo son el elemento que más ayuda en estas inspecciones. Podemos
citar como más importantes las listas de chequeo para:
o
Planificación
de la actividad preventiva
o
Evaluación
de los centros de trabajo
o
Herramientas
manuales
o
Incendios
o
Aparatos
a presión y gases
o
Contactos
eléctricos
o
Manipulación
de objetos
o
Sustancias
químicas
o
Maquinaria
o
Equipos
de elevación y transporte
o
Estrés
térmico
o
Ruido
ambiental
o
Iluminación
en los centros de trabajo
o
Contaminantes
químicos
o
Contaminantes
biológicos
o
Climatización
y Ventilación
o
Vibraciones
o
Radiaciones
ionizantes
o
Radiaciones
no ionizantes
o
Carga
física
o
Carga
mental
o
Factores
de organización
La Inspección finaliza con la
elaboración de un Informe donde figure la detección de los diferentes peligros
mediante su localización y ubicación, indicando cuál es su origen. De cada uno
de los peligros detectados se hará una estimación del riesgo, utilizando
cualquiera de los métodos de evaluación existentes. En función de la magnitud
del riesgo se propondrán las medidas preventivas y se establecerá un plan de
acción en el que se haga constar qué se va a hacer, quién lo va a realizar,
cuándo lo va a realizar y quién va a controlar el grado de eficacia de dichas
medidas.
Muy buen resumen
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