jueves, 23 de marzo de 2017

Historia del calzado hasta Grecia

HISTORIA DEL CALZADO. RECOPILACIÓN A TRAVÉS DE LA HISTORIA.
Introducción
Hay muchos objetos que han acompañado al hombre a través de la historia, algunos más esenciales que otros, pero cuando pensé en recopilar información para remontar el recorrido de alguno de esos elementos, el calzado me pareció uno de  los más interesantes,  no sólo desde el punto de vista de la utilidad,   sino porque reúne en sí mismo otros contenidos más profundos que hacen a lo sagrado, lo simbólico, lo espiritual, lo creativo, lo artístico y  lo expresivo.
Si bien no ha cambiado tanto como uno podría suponer en tantos siglos de historia, sí podemos encontrar hitos de creatividad – aunque tal vez en detrimento de la comodidad y la salud- que nos hacen pensar que no hay nada nuevo bajo el sol…
Las mujeres hemos cosechado fama de no ser clientas  fáciles de conformar a la hora de comprar zapatos, pero históricamente los varones también parecen haber sido bastante caprichosos. Generalmente  por coquetería, para encubrir defectos o  para demostrar la importancia de su status social,  también han dejado muestra de sus veleidades.
Los invito a acompañarme en este recorrido paso a paso, siguiendo infinidad de huellas a lo largo y a lo ancho de nuestro planeta,  durante  más de veinte siglos.

EL CALZADO DESDE LA PREHISTORIA A GRECIA 
Desde Afganistán a Namibia, pasando por la isla de Java, Bolivia o Canadá  se han hallado infinidad de piezas  que  permiten imaginar cómo fue evolucionando el zapato desde los primeros tiempos de la humanidad. 
Pinturas rupestres y utensilios de piedra hallados en  cuevas España y  Francia que corresponden al periodo paleolítico, evidencian que  el hombre de esa época ya utilizaba calzado y practicaba el arte de curtir el cuero.
En Oregón, Estados Unidos,  se encontraron sandalias hechas de corteza vegetal correspondientes al período  comprendido entre 9.000 a 7.000 a.C. y en  Missouri  hallaron  16 pares de sandalias y mocasines de fibra trenzada. En Israel, cerca de Jericó, en la llamada  "Caverna del guerrero", se descubrió la tumba de un hombre  que vivió 4 mil años a C  y, con él,  sandalias de cuero.
También en las cámaras subterráneas que los egipcios  utilizaban  para entierros múltiples, de 6 a 7 mil años de antigüedad,  se descubrieron  imágenes representando distintas etapas de la preparación del cuero y el  calzado.
De acuerdo a la temperatura  y a los riesgos  de su entorno,  el hombre prehistórico ideó un método para preservar sus pies de frío, calor, piedras, espinas, mordeduras de animales etc.  Así es como nace la primera versión de la sandalia de paja trenzada en civilizaciones de clima calido y se crean  las abrigadas botas de piel animal en continentes de bajas temperaturas.
En un principio, el calzado era muy sencillo, apenas una suela atada al pie o al tobillo. Las sandalias fueron el primer calzado producido manualmente por el hombre y todas las civilizaciones han dado su propia versión, egipcios, asirios, persas, fenicios usaban sandalias con suelas de hoja vegetal sostenidas por tiras. Las antiguas ojotas vieron la luz en Oriente y también las usaron los pueblos precolombinos en América. Era común caminar descalzo y llevar las sandalias colgadas utilizándolas sólo cuando fuera necesario.
En lo que se refiere al calzado cerrado, se han hallado mocasines de 3600 años en Babilonia. Las botas, en cambio, -cuyo nombre proviene del francés "botte", y éste del gótico "bauths", que significa romo o rudo-  inicialmente, designaba a un tipo de calzado amplio, forrado de piel para proteger los pies del frío, pero con el tiempo se extendió su uso  a personas de alto nivel social, para denotar su importancia.  Las primeras botas de la historia fueron usadas por los soldados sirios, y eran una especie de botas altas semejantes a las polainas. Las piezas más antiguas que se conocen proceden de Mesopotamia en el Oriente Medio, y según se cree en esa época eran usadas tanto por hombres como por mujeres,  ya registraban multiplicidad de adornos, demostrando que la bota siempre tuvo fines utilitarios y  suntuarios  en ambos sexos y un lugar preponderante dentro de las diferentes celebraciones de los rituales religiosos.
En Mesopotamia,  eran comunes los zapatos de cuero crudo, sujetos  por tiras del mismo material. Los coturnos,  caracterizados por una suela de mayor espesor que les daba altura,  eran símbolos de alta posición social.

 EGIPCIOS
El material arqueológico de Egipto,  correspondiente al período que se extendiera entre el año 3.500  y el  31 a.C.  se  halló muy bien conservado debido al clima muy seco. Se conservaron en buen estado no sólo  estatuas, bajorrelieves, sino murales, papiros, pergaminos,  textiles, cueros, pieles y maderas que en otras partes del mundo se destruyeron. Algunas pequeñas estatuas de arcilla, remontándose al período predinástico (3.500 a.C.) representan hombres vistiendo solamente cubregenitales y sandalias. Las sandalias egipcias llevaban  suela de madera, cuero, papiro, junco  u hojas de palmera trenzada, a veces tapizadas de tela.
Los  sacerdotes debían usar exclusivamente sandalias hechas con fibras de papiro.
Los faraones usaban suntuosas sandalias con la punta elevada hacia el empeine, en la suela llevaban  la representación artística de los enemigos vencidos,  cuyo contenido simbólico, apoyado en la magia,  era aplastarlos una vez más,  a cada paso.
En el  British Museum  de Londres, pueden verse sandalias de niño cosidas con fibras de papiro,  encontradas en Tebas que corresponden al período del nuevo reino (1.550 - 1.069 a.C.)
En el Museo Real de Arte e Historia de Bruselas se expone una suela de sandalia de  la época ptolemaica (332- 30 a.C.), está realizada con hojas de palmera y junco trenzados, cosidos a los bordes con un cordón vegetal. Las correas, que se fijaban mediante un nudo formado bajo la suela, no se han conservado.
Todo el calzado egipcio era chato, excepto el de los carniceros, que deseaban elevar sus pies del piso donde corría la sangre de los animales faenados.
Papiros  antiguos sobre medicina (Universidad de Leipzig, Universidad de California) demuestran que los egipcios padecían dolencias que afectaban sus pies y que practicaban   tratamientos para curarlas.


         
    


Sandalias con punta realzada. Fibra de palma. Museo de Berlín
Sandalias de forma inusual. Plata. Museo de Berlín

Tutankamon- sandalia de junco y papiro- Museo del Cairo.

Sandalia con laminado de oro, cincelada con motivo de asiático y africano vencidos.    Equipo funerario de Tutankamon ca. -1323. Restauradas.

             

Sandalias funerarias oro Dinastía XVIII

Zapatos de cuero para mujer – Siglo V - Victoria and Albert Museum

Tebas – Calzado funerario



SUMERIOS
Esta civilización se desarrolló entre  el  año 3.500 a.C. y el  2.000 a.C. en la región sur de  la  Mesopotamia.  Sus ciudades más importantes fueron  Ur, Eridu, Lagash, Uruk, Kish e Nippur. Eran agricultores, pastores,  comerciantes y artesanos que,  entre otras actividades,  desarrollaron el tratamiento del cuero. Curtían las pieles con grasa, alumbre y teñían con tanino, coloreando en negro, blanco y rojo. Fabricaban sandalias, aunque también  hay  evidencia arqueológica de que no siempre usaban calzado.

HITITAS
Vivieron aproximadamente entre el 2.000 a.C.  1.100 a.C. Habitantes de Anatolia, una región montañosa, se dedicaban al pastoreo. Conocían cómo procesar el cuero y fabricaron un zapato fuerte, necesario en una región escarpada como la que habitaban.  Una traducción de un texto hitita se refiere a Telipinu, dios de la agricultura, y a su enojo al calzar  inadvertidamente  “su pie derecho en la bota izquierda y su pie izquierdo en la bota derecha”.

ASIRIOS
    
  
                                                     

Los asirios (2.000 a.C. - 612 a.C.) aprendieron de los sumerios y babilonios conocimientos técnicos sobre el curtido de pieles y el tratamiento del cuero y lo perfeccionaron.

Unos 1.100 años a.C. los asirios   usaron unas botas de cuero hasta media pantorrilla, sujetas con cordones y con suela provista de un refuerzo metálico. Se sabe que asirios e hititas, unos y otros expertos zapate­ros, disponían de botas militares con los pies izquierdo y derecho diferenciados. La bota de la infantería asiria tardó mucho en ser adoptada por los soldados griegos y romanos. De pelear descalzos, éstos progresa­ron hasta adoptar las sandalias con suelas claveteadas, y tanto grie­gos como romanos sólo se equipaban con botas gruesas para largas travesías a pie. En tiempo frío, estas botas solían estar forradas con pelo y adornadas en su parte superior con la cola o zarpa colgante de algún animal.

BABILONIOS
(2.000 a.C. - 539 a.C.) Babilonia era un antiguo  estado localizado en  Mesopotamia, actualmente Irak y se originó a partir de  los territorios de Acad y Sumeria. Los babilonios heredaron de los sumerios muchos conocimientos. Como aquéllos,  empleaban sobre todo las sandalias, pero en algunas tablas cuneiformes citan también  zapatos bordados y adornados con aplicaciones metálicas.

PERSAS
Durante el siglo VI a.C., el pueblo persa se ubicó en la meseta del Irán, se caracterizó por la ferocidad en el combate de su población guerrera por excelencia. Las fuentes para el estudio del traje persa son las ruinas de la antigua ciudad de Persépolis, donde está ubicado el palacio de Ciro El Grande. El calzado que usaban se  denominaba kroumir. Era un botín flexible y de forma anatómica, corto a nivel del tobillo donde se ataba con correas,  confeccionado en suave cuero, con lengüeta que cubre el empeine, fijo mediante broches bordados en forma de media luna. 
 

 
En el  Museo Nacional de  Teherán,  puede observarse una estatuilla de un noble elamita Shami   (Khuzistán, Irán sudoccidental) correspondiente al período parto, s. I a.C.- I d.C.    Bronce; alt. 27,5 cm, anch. 13 cm, gr. 6 cm - Los zapatos se hallan envueltos por anchas   correas sujetas en el centro mediante botones y presentan una punta levemente curvada   hacia arriba. Las correas sugieren zapatos flexibles, aunque por   la forma rígida de la punta cabe deducir que se trata de botas de cuero.



HEBREOS
(2.000 a.C. - 44 d.C.) El hábitat original de los hebreos, pueblos semitas de pastores nómades, fue la península arábiga. Sin embargo, en tiempos antiguos migraron la Baja Mesopotamia, a las proximidades de la ciudad de Ur. El término hebreo (“habiru”) significa “gente del otro lado”, es decir, los que venían del otro lado del rió Eufrates. Hacia el siglo XVIII AC, cuando dominaba la primera Dinastía de Babilonia, este pueblo se trasladó desde Ur hasta Palestina, que antiguamente se llamaba Canaán. Es probable que el desplazamiento se haya debido a fenómenos naturales que redujeron la posibilidad de obtener alimentos, combinado con la presión ejercida por los pueblos mesopotámicos. Su pueblo estaba constituido de un grupo de 12 tribus que hacia el 2.000 a.C. se asentaron en  Palestina,  donde fundaron ciudad propia y continuaron  dedicándose a la cría de ovejas y viajando. Curtían cuero  y  calzaban predominantemente  sandalias. Las femeninas estaban tachonadas con metal  cuyo diseño formaba  el nombre de la persona  amada en la  suela,  de modo que, a cada paso, se permanecía impreso en el suelo.


FENICIOS
Vivieron entre el año 2.000 a.C.  y el 64 a.C. Era un  pueblo originario del Golfo Pérsico que emigró a las costas del Mediterráneo oriental. Fundaron varias ciudades, las  entre las cuales las más importantes fueron Tiro y Sidón y una colonia sobre el mar: Cartago. No  se conocen sus procesos de curtido. Usaban  principalmente sandalias.

Los escitas constituyeron un pueblo seminómada que habitó en el norte del Mar Negro, actualmente Ucrania, y más al este entre el Mar Caspio y Aral. Se conocen  sus antecedentes desde el año 2000 a.C., pero su primera mención en la historia es una alianza con los asirios en el siglo VII a.C. Practicaban  la cría de caballos. Los hombres se ocupaban de la caza y la guerra, mientras que las mujeres se ocupaban de los animales, la generación de alimentos, construcción de las casas, el curtido de pieles, con los que hacían ropas y zapatos. Algunos restos  de pieles y cuero, botas  de cuero flexible para montar  sobre todo de color rojo,  se han encontrado congelados en Kazakistan.

TURCOS
Vivieron entre el año 1220 y el   1600. Se  establecieron en los alrededores de Ankara. En la ciudad de Estambul se concentraron  los curtidores de pieles. Los fabricantes de zapatos estaban  organizados en una sociedad que  controlaba la producción para  garantizar la mayor calidad al cliente. Los habitantes de Estambul, en la época del  sultán Solimano El Espléndido (1520 - 1566) calzaban babuchas con la punta arqueada hacia arriba que tenían la ventaja, por carecer de talón, de calzar sin necesidad de  inclinarse. Estaban cosidas  muy cuidadosamente,  eran muy resistentes y de cuero fino y flexible. Las babuchas destinadas a los musulmanes eran de color amarillo,  mientras que cristianos, judíos u otros podían tenerlos en rojo, violeta o negro. Las mujeres clase alta usaban para entrecasa las babuchas o pantuflas de cuero  bordado o también zuecos altos de madera, llamados “kapkap” y, para  las salidas,  una especie de botas.


ETRUSCOS

Constituyeron un enigmático pueblo que desde la Toscana se extendió por el sur hacia el Lacio y parte septentrional de la Campania, en donde chocaron con las colonias griegas; hacia el norte de la península itálica ocuparon la zona que rodea el valle del río Po, en la actual región de Lombardía. Llegaron a ser una gran potencia naval en el Mediterráneo Occidental. En cierto modo predecesora de   Roma y heredera del mundo helénico, su cultura -fueron destacadísimos orfebres, así como innovadores constructores navales- y excelentes técnicas militares hicieron de este pueblo el dueño del norte y centro de la Península Itálica desde el   siglo VII a.C. hasta la llegada de Roma. Los primeros reyes de Roma fueron etruscos. Los datos con que contamos acerca de su calzado provienen de pinturas y esculturas. 

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